Fisiología especial
La fisiología de los niños difiere de la de los adultos. Sus cuerpos están aún en proceso de desarrollo y experimentan numerosos cambios para convertirse en un cuerpo adulto. Esto incluye no sólo cambios hormonales, sino también cambios en el cerebro y el sistema nervioso, las habilidades motoras y el sistema musculoesquelético activo y pasivo. El sistema cardiovascular también cambia durante la infancia y la adolescencia, por lo que la presión arterial, la termorregulación, la frecuencia respiratoria y el VO2máx también desempeñan un papel.
En el transcurso de la conferencia se analizan los síntomas de la inactividad física, como la mala postura, la obesidad y la desregulación circulatoria. Los participantes reciben información sobre las consecuencias y los riesgos para la salud de estas deficiencias y aprenden a tener en cuenta estos y otros problemas comunes, como el asma pediátrica y los dolores de crecimiento, a la hora de hacer ejercicio.
Algunas características de la fisiología especial de los niños son
- Crecimiento y desarrollo: los niños pasan por un rápido proceso de crecimiento y desarrollo en los primeros años de vida, que implica muchos cambios en el tamaño, la forma y el funcionamiento del cuerpo.
- Hormonas: la producción y regulación hormonal en los niños difiere de la de los adultos. Las hormonas desempeñan un papel importante en el desarrollo óseo, el metabolismo, el desarrollo sexual y el crecimiento.
- Sistema inmunitario: El sistema inmunitario de los niños aún no está completamente desarrollado y, por lo tanto, es más susceptible a las infecciones. Se desarrolla durante la infancia y la adolescencia y se refuerza con la exposición a agentes patógenos y las vacunas.
- Respiración: la capacidad pulmonar de los niños es inferior a la de los adultos. Su patrón respiratorio también difiere del de los adultos.
- Sistema cardiovascular: El sistema cardiovascular de los niños aún no está completamente desarrollado y, por tanto, es más sensible a los cambios. Los niños tienen una frecuencia cardiaca más elevada y un volumen de latido inferior al de los adultos.
En general, los niños tienen una fisiología única que cambia y evoluciona constantemente. Es importante tener en cuenta estas diferencias para mantener y promover la salud y el bienestar de los niños.